Es difícil acomodarme a este invierno que se me ha instalado en el pecho, y aunque en el exterior hace calor, en cuanto me quedo quieta me congelo. Por eso hay momentos en los que te busco temblando de frío y te abrazo como quien se sienta delante del fuego. Pero los cero grados se resisten, y no lo consigo. No consigo llenar el frío vacío que se me formó en el interior el día que fui a oír su corazón y no hubo más que silencio.
Quiero dejar de estar triste. Sobre todo, quiero dejar de ser la única que todavía está triste.
Macro Orquidea blanca , a photo by Pepe (ADM) on Flickr.