Es difícil acomodarme a este invierno que se me ha instalado en el pecho, y aunque en el exterior hace calor, en cuanto me quedo quieta me congelo. Por eso hay momentos en los que te busco temblando de frío y te abrazo como quien se sienta delante del fuego. Pero los cero grados se resisten, y no lo consigo. No consigo llenar el frío vacío que se me formó en el interior el día que fui a oír su corazón y no hubo más que silencio.
Quiero dejar de estar triste. Sobre todo, quiero dejar de ser la única que todavía está triste.
Macro Orquidea blanca , a photo by Pepe (ADM) on Flickr.
Siento que hayas sentido un silencio. Te mereces escuchar un concierto dentro del corazón.
ResponderEliminarQuizá un día.
Besos
Queria mía...
ResponderEliminarY si pruebas a concentrarte en que has oído su corazón cuando no había la menor esperanza? Te lo dice la mujer más desesperanzada del mundo pero, cuando quise tener hijos, decidí que todo iría bien, que el embarazo sería estupendo, mis partos un acontecimiento... Y así fue.
Las pocas veces en mi vida que he sido positiva, todo ha ido sobre ruedas. Lástima que ya no me quede nada de eso. Pero tú tienes motivos y apoyos.
Piensa en su corazón... latiendo. Y que la naturaleza es sabia. Cuando se van es porque no estaban bien. Espera a tu bebé perfecto sin esperarlo. Sólo piensa que tu cuerpo, en contra de la ciencia, ha albergado un corazón latiendo.
Duérmete oyendo ese run rún...
Te quiero mucho
Por cierto, tengo el hueso del pubis cavo, el ginecólogo apostaba por cesárea casi segura... Yo no quería ni pensarlo (muy caro, jajajaja!).
ResponderEliminarLos tuve a los dos cagando leches de forma natural. Todo el mundo vaticinaba que tardaría hasta la noche por lo menos. Yo dije que a primeras horas de la tarde; Noa a las cinco y veinticinco. Hugo a las cinco y cinco. Dilatando en serio desde las dos...
Lo decidí yo. Insisto, las pocas veces qeu decidí que me iba a ir bien en algo, fue como quise.
"A mí me suena el run-rún de tu corazón...".
La tristeza es anticonceptiva ;)