Poco a poco dejamos atrás las noches en blanco y los días brumosos empapados de sueño. Se está convirtiendo en una pequeña personita con sus momentos de risas y juegos y sus arranques esporádicos de genio. Con sus diminutos abrazos y sus primeras palabras. Me preguntan a quién se parece y no tengo ni idea. Creo que tendremos que esperar para saberlo.
No soy la misma. Soy alguien mejor. Y sigo cambiando...
No soy la misma. Soy alguien mejor. Y sigo cambiando...
Que preciosidad¡ Siempre nos cambian a mejor y nos enseñan cosas que nos parecen increíbles por su edad, tengan la que tengan. Son nuestros mayores críticos y pocas veces se equivocan.
ResponderEliminarMe alegra saberte tan ocupada y feliz :)
¡Gracias, Begoña! Tengo ganas de volver a este lugar más a menudo, ahora que los días se despejan.
ResponderEliminarUn beso.