(inspirado en los textos de Luna)
Si me preguntaran, diría que eres de color azul. Puede que por tus ojos. O por las veces que hemos estado a orillas del Mediterráneo. O por la calma que me proporcionan tus palabras cuando me abrazas de noche.
También, si me preguntaran, diría que eres la curvatura de mi sonrisa o las carcajadas a media tarde. O lo salado de tu piel en la punta de mi lengua y nuestra cama sin hacer. O la conversación que no se acaba al fondo de dos copas de vino.
Y debería decir, si me preguntaran, que eres mi amigo y mi amante a la vez -algo poco frecuente-, que eres mi buen humor y la tranquilidad de mi sueño. Añadiría que eres tú, siendo más tú que nunca, tú siendo tú hecho a medida. Mi maceta llena de agujeros por los que respirar.
Y yo... a veces vuelvo a buscarme en los pedazos que me dejé por el camino, pero ya no están y me pierdo... Suerte que siempre encuentro el camino de vuelta al mirarte a los ojos.
A esos ojos que son azules, igual que tú.
imagen de flickr.com
Si me preguntaran, diría que eres de color azul. Puede que por tus ojos. O por las veces que hemos estado a orillas del Mediterráneo. O por la calma que me proporcionan tus palabras cuando me abrazas de noche.
También, si me preguntaran, diría que eres la curvatura de mi sonrisa o las carcajadas a media tarde. O lo salado de tu piel en la punta de mi lengua y nuestra cama sin hacer. O la conversación que no se acaba al fondo de dos copas de vino.
Y debería decir, si me preguntaran, que eres mi amigo y mi amante a la vez -algo poco frecuente-, que eres mi buen humor y la tranquilidad de mi sueño. Añadiría que eres tú, siendo más tú que nunca, tú siendo tú hecho a medida. Mi maceta llena de agujeros por los que respirar.
Y yo... a veces vuelvo a buscarme en los pedazos que me dejé por el camino, pero ya no están y me pierdo... Suerte que siempre encuentro el camino de vuelta al mirarte a los ojos.
A esos ojos que son azules, igual que tú.
imagen de flickr.com