Decidí dejar que la vida me despeinara. ¿Por qué no? Enseguida me di cuenta de que tenía poco que perder. Supe entonces que podía cambiar de planes y adentrarme por otros caminos, incluidos los de mi interior. Y allí estabas, dentro y fuera, siendo más inesperado lo primero -he de decir-.
Pero lo raro no fue eso, lo raro fue que se me hubiera olvidado. Me refiero tanto a la posibilidad de cambiar la vida como a la imposibilidad de planificarla.
Planificar la vida... Qué aburrido nos suena eso ahora, ¿verdad?
Pero lo raro no fue eso, lo raro fue que se me hubiera olvidado. Me refiero tanto a la posibilidad de cambiar la vida como a la imposibilidad de planificarla.
Planificar la vida... Qué aburrido nos suena eso ahora, ¿verdad?
Hay que dejar que la vida nos sorprenda adentrándonos por caminos por descubrir para que brote de nuestro interior la magia que tiene el vivir, sentir, amar…
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Sin embargo, cuánta gente hay que pretende alcanzar una seguridad que nadie puede garantizar, por ejemplo, prometiendo en un altar amor hasta la muerte...
ResponderEliminarUn beso grande.