¿Por qué esta sensación? ¿Por qué, después de todo lo que hemos pasado, me incomoda algo que en comparación es un problema mucho menor?
Quizá es que estoy demasiado sensibilizada precisamente porque hemos recorrido ya un largo camino, y que aunque ahora lo note mucho menos estoy agotada y, por ello, cualquier dificultad se me hace una montaña que se me transforma en lágrimas mucho más a menudo de lo que yo quisiera.
Quiero dejar de llorar lágrimas amargas y que las que me broten sean de alegría. Quiero cortar definitivamente con el pasado que todavía extiende su negra sombra en estos días que deberían servirnos para discutir entretenidos sobre colores y números.
Sencillamente, quiero que todos me conozcan aunque no me sonrían todavía.
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martes, 20 de julio de 2010
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Yo te conozco y te sonrío. Te deseo que cada día tenga un poco más de luz que el anterior... Bss alegres, sonrientes y luminosos para mi flor favorita.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Ismael. Me has regalado una gran sonrisa.
ResponderEliminarUn beso.