"No hay quien detenga a una mujer -ni familia, ni marido, ni convenciones sociales- cuando decide liarse la manta a la cabeza; y como adversario, nada más corrosivo para nuestra fatua virilidad que el odio o el desprecio de una hembra inteligente."
Arturo Pérez-Reverte
El Semanal, 12 de junio de 1994
Arturo Pérez-Reverte
El Semanal, 12 de junio de 1994
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