
Un mensaje en una botella. Un mensaje inesperado, venido de la isla cubierta por esa espesa niebla hace tiempo.
Una niebla en la que parece que se ha abierto un pequeño claro. Un precioso regalo para un día como hoy.
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Lo primero que tienes que tener en cuenta es que las Orquídeas son plantas diferentes al resto de las que conoces. Tienen necesidades diferentes, especiales, para su cuidado y cultivo. El éxito con estas plantas depende de que sepas cómo tratarlas desde el primer momento. La mayoría de las orquídeas son epifitas, no requieren tierra. Ponerlas en tierra es hacerlas morir definitivamente.

Un silencio pesado, tenso,
Se me revuelven los sentimientos con palabras que lanzo como dardos envenenados, pero no porque yo quiera, sino porque se emponzoñan las unas de los otros aunque no sirva de nada porque no lleguen a empaparte.
Si hubiera tenido una hija, le habría buscado un precioso nombre, corto y sonoro como un beso, le habría vestido de todos los colores y al mirarla me habría asombrado de lo perfectas que habrían sido las pequeñas curvas de sus hombros, las diminutas comisuras de sus labios, el color de sus ojos vivos, grandes y redondos como una pregunta.
Decía el día que comencé a escribir en esta maceta llena de agujeros en la que casi he podido curar mis raíces aéreas que no me resistía a pensar que existe una especie de energía detrás de las cosas, una suerte de casualidad no tan casual en los acontecimientos, un toque de magia en la realidad que nos rodea. Sí, ya lo sé, soy racional y no creo en dioses ni espíritus ni otras supersticiones. Por no creer, ni siquiera creo en la homeopatía, el acto de fe más fashion en estos días.
Tomo medidas. De la profundidad de mis huecos y del tamaño de ese malestar que voy desterrando poco a poco. De mi alegría convertida en sonrisa casi permanente. De las ventanas abiertas de mi mente, del contorno de mi corazón, ahora inmenso. Del espacio que nos aleja y del que nos une. De la distancia que me separa del tiempo, de ese tiempo sin duración, de ese montón de años ahora convertido en una maraña sin sentido y sin calendario aparente, a fuerza de mirarlo, de interrogarlo, de sopesarlo.
Cada vez que los pienso y los repienso, cambian. Cada vez que intento acordarme de su sabor, de su aroma, en realidad lo que intento es acordarme del recuerdo de su sabor y de su aroma, y no puedo compararlo con el tendrían ahora en el presente porque están en el pasado. No son como fotografías, quedaron guardados en mi mente y en mi corazón junto con emociones, sensaciones, pensamientos, y todos ellos cambian con el paso del tiempo. 