Cada pequeño recuerdo lo tengo cosido a la memoria con un hilo frágil en mi caso, y me imagino la parte trasera de mi mente como una red de pequeñas cuentas, algunas valiosas, otras sin ningún sentido, desordenadas dentro de una organización de la que a veces no logro adivinar los criterios. Hay algunas que me gustaría descoser, aunque entonces yo no sería la misma. Y hay otras que se me perdieron y que lloro cada vez que me quedo mirando el hueco que delata su ausencia en el tejido. Con ellas sí que yo sería la misma, pero con la ventaja de comprender algunas cosas que tendré que dejar pendientes en mi mente y mi corazón el resto de mi vida.
Es un poco como tú y yo. Estamos hechos de huecos pero que nos sirven para ir llenándonos de sitio aunque parezca contradictorio. Nuestra historia también está llena de cosas que faltaron, en algunos casos palabras, en otros tiempo, en otros un poco menos de orgullo... y sin embargo no sé qué pesó más al final, si lo que tuvimos o lo que perdimos. Quizá al final fuera mejor no dejarlo dicho todo.
Solo sé que ahora lo complicado está alrededor, pero entre tú y yo todo es mucho más sencillo. Era cuestión de comprenderlo. Parece fácil, ¿verdad?...
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lunes, 7 de marzo de 2011
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La vida a veces no es sencilla, pero si olvidasemos las cosas que nos suceden, estaríamos olvidando parte de lo que somos, porque aunque aún soy muy joven (25), creo que todo en esta vida, nos sucede por algo, y nos ayuda a crecer cada día...
ResponderEliminarTe mando un abrazo cargado de fuerza, para que no haya agujeros en tu telaraña de cuentas, para que tus hilos no se descosan, y no se te olvide nunca quien eres...
Aunque a veces duela, vale mucho más ser como somos, que pretender ser alguien que nunca vamos a ser...
Lo que no se dijo, el tiempo que se malgastó, ya no va a regresar, y mirando hacia detrás, a veces perdemos nuestro tiempo presente...
Saludos desde Cantabria.
Rebeca.
Me gusta esa idea de los huecos y sus faltantes.Mas alla de la tristeza que encierra siempre está la esperanza de un comienzo reparador:
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Rebeca, tienes razón, no tiene sentido pretender ser otra cosa que lo que somos, pero precisamente por ello no hay que olvidar que venimos de nuestro propio pasado, que no tiene que robarnos el presente pero sí enseñarnos el mejor futuro posible.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, que siempre están cargadas de fuerza y cariño.
Un beso.
Eugenia, ¿qué podríamos hacer sin nuestros huecos? ¿sin sitio para movernos y poder cambiar por dentro, sin espacio para las corrientes de aire?
ResponderEliminarUn beso.