Tendré que pensar que es la casualidad que se dedica a jugar con mi calendario, con las personas que van y vienen, con las que veo todos los días y con las que no había visto hace tanto tiempo que da miedo contar hacia atrás los años.Hay quien habla del círculo de la vida... yo creo más bien que la vida da vueltas en espiral, pasando en su descenso no exactamente por el mismo sitio, sino por uno muy cercano al de hace años, tanto que casi parecería estar viviendo un dejà vu...
Y mientras tanto, aquí estamos tú y yo, en nuestro propio eje de simetría bilateral, contemplando este torbellino donde a veces se arremolinan los nombres, vidas y amores del pasado.
girasol-redundante, a photo by trebol-a on Flickr.
Mi, en ocasiones, cómplice orquidea. Yo tampoco creo en lo cíclico, salvo en el plano económico. El resto también me parece una espiral que como un muelle se enreda con otros, coinciden en puntos, y efectivamente, uno despierta de una amnesia. A veces con un recuerdo solitario, sin más; y otras con ese retazo del pasado cargado aún de sentimientos. Por cierto, he intentado que el naúfrago me invite a un mojito en su isla pero no he sabido muy bien lanzar la botella. O, y bien hace, tampoco quiere que aquello se le inunde de visitas. Pero le dices que simplemente estoy leyendo una novela a medias y me gustaría conocer el resto de capítulos.
ResponderEliminarComo siempre un beso, hoy un poco menos gélido (vienen a rescatarme unas horitas de Siberia)
Y mientras, irremediablemente, la vida sigue :)
ResponderEliminarSaludos
@marieta
ResponderEliminarLa puerta está abierta. La isla... más o menos desierta hace tiempo.
Kiss
La vida sigue su curso, y a veces nos regresa a personas, otra veces nos presenta a otras nueva, y nos hace ver que no somos tan distintos, y que podemos llegar a sentirnos unidos con personas que ni siquiera conocemos, porque sienten de forma muy similar a nosotros...
ResponderEliminarNo sé si caminará en espiral o no, lo único que sé,es que últimemente me está sorprendiendo y mucho, y para bien!!
Lo bueno es tener alguien al lado con quien divisar sus movimientos...
Un abrazo grande.
Rebeca.