Parece bastante contradictorio: el futuro llegará y no se puede echar de menos algo que ya se ha perdido, porque todavía no ha podido perderse.
Pero yo sí que tengo un sentimiento de pérdida. Tú los tienes a ellos, que te anclan a tu pasado tal como fue, a pesar de todo: el dolor, el vacío, los días grises... Yo, en cambio, viví una ensoñación hasta que solté amarras para adentrarme en la seductora corriente que me llevaría a aguas más cálidas, pero a la deriva.
Tú no cambiarías nada. Yo lo cambiaría todo.
Pero no puedo hacer nada. Así que, emulando a la antigua versión de mí misma que conociste -una mezcla entre replicante con espinas y superviviente emocional desmemoriada- voy a dejar atrás lo que quedó realmente atrás.
No puedo controlarlo todo, no puedo saber cómo será la relación de ellos conmigo, no puedo saber si al final conseguiré ver la cara de mi pequeña. Ni siquiera puedo estar segura de cómo nos irá a nosotros -aunque de esto último lo estoy bastante, no te creas-.
Ahora tengo que averiguar el modo de evitar que esa incertidumbre desate estas tormentas en mi interior.
imagen de flickr.com
Mala suerte, tovarich, pero estoy aún en la oficina así que te acabo de leer y no te voy a dar ni un respiro (salvo dentro dos semanas que pliego alas y me iré de vacaciones). Esta vez, creo que no seré amable. Pero no puedes hipotecar el presente por el futuro y menos aún por el pasado. Se impone de una vez cerrar puertas y sellar fisuras entre otras cosas porque es estático y lo único que se puede hacer con él es olvidarlo y regodearse. Y creo que con tu presente, no tiene sentido la segunda postura.
ResponderEliminarY el futuro lo alias al miedo. "Y si..." querida, los condicionales son tramposos y fruto de nuestra imaginación porque la vida, por suerte, no es un guión escrito de antemano, sino que se hace sobre la marcha.
Por último. Entiendo tu anhelo (porque lo tuve) y quizá ahora sea demagoga porque yo sí lo hice real. Pero si algo descubrí entonces es que la felicidad no depende de un único sueño. Ella, por supuesto, me trajo calor a esta gélida Siberia, pero aquí sigo rodeada de frío y helada. Con esto te quiero decir, que tampoco puedes dejar que el mañana se concentre en una única esperanza porque jugar todo a una sola carta te puede llevar a la pérdida total. Y tú, creo, tienes una baraja entera.
Un beso, tovarich (y como te dije una vez, tienes línea directa con la Sibera del email)
Precisamente es eso lo que tengo intención de hacer, tovarich, olvidarme del pasado y dejar de intentar tener el control del futuro.
ResponderEliminarUna vez pude olvidar el pasado -no me quedó otro remedio- y sé que podré hacerlo de nuevo. Lo que no sé es si podré vivir tranquila con esa incertidumbre sobre el futuro. Sé que mi felicidad no depende de que consiga ver su cara, sé que puedo ser feliz sin que ella llegue a mi vida, y eso es así porque ahora él y yo estamos juntos. Y sé que aunque la tuviera, esto no es como el final de un cuento de hadas "y fueron felices y comieron perdices". Habrá otros problemas, otras dificultades, cosas que ahora tenemos o hacemos con las que disfrutamos tanto que no podrán ser iguales después. Sí, mi mente es consciente de todo eso.
Ahora díselo a mi corazón para que dejen de dolerme las entrañas.
Un beso, tovarich.
Y no trabajes tanto... :)
No puedo prometerte un futuro concreto. Pero puedo prometerte un futuro. Un futuro abierto e incierto. Un futuro con risas y lágrimas (¿acaso alguno no las tiene?). Un futuro común.
ResponderEliminarNo puedo prometerte ilusiones concretas. Pero puedo prometerte ilusiones. Ilusiones abiertas e inciertas. La ilusión de nuestro presente común.
Un beso
Querido "pom, pom" (alias corazón), haz el favor de que en alguno de esos canales tuyos interconectados con el cerebro de tovarich (soy de letras, sino concretaría más)que te relajes y te dejes llevar por un presente que parece placentero.
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