Ya está.
He dejado a un lado del camino el peso que yo misma me puse a la espalda y que no me dejaba, no ya volar -que todavía no me lo permito-, sino algo tan simple como caminar disfrutando de ir contigo de la mano, sin lamentarme del pasado o de un futuro que todavía no ha ocurrido.
Visto desde fuera parece ridículamente obvio, pero el peso que se lleva a la espalda obliga a mirar hacia abajo. Y entonces, se pierde la perspectiva. Y la belleza del paisaje...
Pero ya está.
Porque, francamente, hasta yo me estaba aburriendo de pensar o de hablar siempre sobre lo mismo.
Por eso, declaro solemnemente: Peso de encima, ahí te quedas.
Ching Ching LingLing!, a photo by *Mrs Mawi* on Flickr.
He dejado a un lado del camino el peso que yo misma me puse a la espalda y que no me dejaba, no ya volar -que todavía no me lo permito-, sino algo tan simple como caminar disfrutando de ir contigo de la mano, sin lamentarme del pasado o de un futuro que todavía no ha ocurrido.
Visto desde fuera parece ridículamente obvio, pero el peso que se lleva a la espalda obliga a mirar hacia abajo. Y entonces, se pierde la perspectiva. Y la belleza del paisaje...
Pero ya está.
Porque, francamente, hasta yo me estaba aburriendo de pensar o de hablar siempre sobre lo mismo.
Por eso, declaro solemnemente: Peso de encima, ahí te quedas.
Ching Ching LingLing!, a photo by *Mrs Mawi* on Flickr.
Me alegro mucho de que te hayas quitado es peso de encima, asi podrás caminar con todos tus sentidos en el camino y en tu compañero caminante.
ResponderEliminarDisfruta de los pasos dados y de los que te quedan por dar.
Un abrazo,
Rebeca.
Gracias, Rebeca, por estar siempre tan atenta.
ResponderEliminarUn beso.