sábado, 10 de abril de 2010
El Club de las Fotografías Literarias IX
El tren de mi sueño partió sin mí. En el fondo sabía que lo había perdido, y aún así entré en la estación con la última esperanza latiéndome en el corazón. Fue inútil. Contemple las vías vacías mientras recuperaba el aire que el dolor me había robado y pensé que allí no me quedaba nada por hacer, así que me fui sin mirar atrás.
Un millón de años después, mientras caminaba hacia ninguna parte, ví a mi sueño sentado en un banco del parque. Me costó reconocerlo al principio, sus colores... no, no eran los mismos, pero sí sus palabras. Palabras que se desangraron en pequeños haikus lenta y minuciosamente, entregados de forma ordenada pero ardiendo de fiebre en cada sílaba, palabras que se tejieron en una suave manta con la que envolví las imágenes que me inventé con exacta apariencia y puntual lógica, igual que los sueños más descabellados.
Y tienes toda la razón, querido amigo. No hay sueño que escape sin que se lleve algo tuyo. Yo lo sé bien. Así que te haré caso y soñaré y dibujaré sobre el manto de estrellas, y quizá éstas me expliquen que las palabras que no acepto son las que no me duelen, las que no conservan el calor de mi aliento al ser pronunciadas, las que no me llevan más allá de mi boca...
estación
banco
estrellas
Dedicado especialmente a @soliloquios, que nos sedujo con su Club de las Fotografías Literarias.
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Los sueños siempre vivirán en alguna parte de nosotros. Es más, creo que son necesarios. Me gusta la gente soñadora como tú, Orquídea. Denota una sensibilidad especial.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato, está muy bien expresado. También me he sentido identificada con él.
Un beso amiga.
http://nicolasaquidman.tumblr.com/post/512745665/los-objetivos-para-el-curso-estan-orientados-hacia
ResponderEliminarÉste me da vergüenza por lo flojo que me ha salido, pero las normas son las normas :D Un dos tres
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