Dibujo jeroglíficos con palabras que descifras hábilmente sin ayuda de ninguna piedra rosetta. Quizá es porque conoces mi mente y mi corazón casi igual que mi cuerpo, aunque nunca llegues a sabértelos del todo. O igual es porque tu mente aunque opuesta en género es tan parecida a la mía y eres capaz de ver la belleza de la misma forma que yo. O puede que sea porque estuvimos juntos en el momento clave, o tal vez porque desafortunadamente acertamos a la primera, demasiado pronto.
Quizá resulta que somos como esos materiales con memoria que recuperan su forma original al volver a las condiciones iniciales, a pesar de todo lo que les hubieran podido cambiar otras circunstancias, otros amores, otras obligaciones, otra vida.
De alguna forma hemos vuelto a ser quienes éramos, tú y yo. Nos echábamos de menos, pero no mutuamente, sino a nosotros mismos. Esa podría ser la descripción de nuestra historia.
Qué preciosa margarita...
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viernes, 4 de junio de 2010
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Quizás haya más de una similitud entre tú y yo y las espirales entrecruzadas a derecha e izquierda.
ResponderEliminarSí... creo que tenemos mucho de espiral, y como tú dices... opuestas o tal vez superpuestas...
Un beso
No sé si todo vuelve a su forma original, creo que depende mucho de la fuerza a la que ha estado sometida dicho cuerpo, pero es bella la comparación que describes y con el tiempo todo tiene tendencia de recuperar su estado inicial.
ResponderEliminarBesos.