martes, 10 de agosto de 2010
Quizá las lágrimas
Quizá es porque noto tu química igual que siempre y se supone que no debería. O porque también noto la mía.
O puede que sea porque esta noche el cielo llorará sus lágrimas con nombre de santo y me gustaría haberlas visto contigo, en lugar de llorar yo las mías propias sin mirar hacia arriba.
A lo mejor es que el calendario me recuerda momentos aletargados por el frío del invierno que reviven ahora como setas venenosas al calor y la humedad del suelo aún removido en algunas zonas de poca pendiente.
No lo sé. Puede que sencillamente ya no estás, y sé que voy a echarte de menos, aunque sea sólo en la parte en la que has estado presente hasta ahora, porque quizá lo que ocurre es que llevo demasiado tiempo echando de menos tus palabras.
Seguramente es que hace ya demasiado tiempo que te espero. Que te espero a ti, al que eras.
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Esperar es mi especialidad. Gracias por acompañarme. Bss.
ResponderEliminarLa cruel y ansiada importancia de las palabras, que condicionan y dominan. De lo contrario... ¿estaríamos aquí?.
ResponderEliminarSaludos Orquídea, eres fantástica.
Gracias a ti, Ismael, por dejarme hacerlo.
ResponderEliminarUn beso.
No, claro que no estaríamos aquí, anónimo. Y me gusta la libertad que da poder escribir las mías igual que tú, sin un nombre de MundoReal que las condicione.
ResponderEliminarMuchas gracias por las tuyas.
Un beso.