Ahora tengo trabajo: entrar en cada una de las habitaciones de mi vida y volver a recorrerlas, pero esta vez descalza, sintiendo cada estancia sin filtros, sin antídotos... contemplando cada hueco con mis ojos de hoy para que mi mente y mi corazón vuelvan a tomarse de la mano y pueda hacer las paces con mi pasado y dejarlo allí, por fin, en los días que pasaron, convertidos ya en polvo y ceniza, inofensivos como una pluma en el aire.
Y me haré daño en los pies. Pero será la última vez.
Simplemente encuentro proverbios adecuados a lo que estimo decirte...
ResponderEliminar-Con fuerza de voluntad incluso un ratón puede comerse un gato.
-Caer está permitido, levantarse es obligatorio.
Besos y Abrazos
María
Muchas gracias por tus palabras, María. Me levantaré, siempre lo hago, pero esta vez será distinta. Esta vez no llevaré conmigo la mochila invisible cuyo peso he intentado ignorar hasta hoy. Se acabó.
ResponderEliminarUn beso, querida.
Hace unos meses, aterricé por aquí.
ResponderEliminarPor casualidad.
Como ocurren las cosas en la vida.
Encontré una orquídea vagamente atenuada.
Nada realmente serio si no se prolonga en el tiempo.
He vuelto a veces.
Sin un patrón determinado y he ido encontrado de lo que estamos hechos los humanos: esperanza, ilusión, incertidumbre...
Pero, ahora veo más tensión...no sé si más dudas o más resolución.
La vida es así. Un enorme tumulto.
Aunque para algunos sea lineal y predecible y para otros una montaña rusa.
Es difícil saber si es cuestión de azar o, de alguna manera, nos aferramos a un destino.
Suerte cuando recorras las habitaciones de tu vida. Algunas seran reconfortantes, otras, probablemente, devastadoras. Pero hay que ser valiente. Nada peor que que ignorarnos a nosotros mismos.
Hay más tensión porque hay más resolución, querido Anónimo, para lo que deseo hacer puertas afuera y para lo que tengo que hacer puertas adentro.
ResponderEliminarSí, no hay nada peor que ignorarse a una misma. Por eso tengo trabajo, porque en el pasado ignoré una parte de mí misma. Ahora lo tengo que arreglar, pero todavía estoy tan dolorida...
Muchas gracias por desearme suerte.
Un beso.