Que la primera frase siempre es la que más me cuesta.
Que no soy lo que parezco, que no parezco lo que se ve y que no se ve lo que soy, y mucho menos a simple vista.
Que me gustan las fresas y no la nata.
Que mi interior es un caos ordenado de razón y materia, de risas, de huecos, sensaciones y recuerdos a medias. De palabras casi siempre no dichas.
Que me gusta el verano, el mar, la luz del Sol, las cartas antiguas, los libros de poemas y la cerveza.
Que alguno de los besos no dados que guardo se me remueve cada vez que oigo que te llaman "Papá".
Pero sobre todo, #Yoconfieso que no alcanzo a entender por qué me quieres tanto, tanto, tanto...
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miércoles, 25 de mayo de 2011
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Sí lo sabes. Te quiero tanto porque me haces la vida más fácil cuánto más soy yo mismo. No necesito fingir ser otra persona para que tú seas feliz.
ResponderEliminarNo olvides nunca que nos quieren por lo que nosotras llegamos a ser teniéndolos a ellos, y por lo que son ellos cuando nos tienen a nosotras en sus vidas.
ResponderEliminarEl amor cambia, hace la vida más fácil, más llevadera, más bonita, y genera recuerdos imborrables. Disfruta del amor, y de todo lo que brinda, sin pensar, porque nunca sabemos cuando lo podemos perder, ni cuanto tiempo lo vamos a tener.
Disfrutaros querida Orquidea.
Un abrazo para los dos,
Rebeca.
A ver, a ver.... ¿Qué no entiendes por qué te quiere tanto? Buf.... ¿No te crees merecerlo? Y ya no sé si esa pregunta es para tí, o me dará miedo hacérmela a mí algún día. Claro, las travesías duras y en solitario aunque alguien camine a tu lado provocan esas dudas. A tí, orquidea, que creo yo planeas por esferas más altas, en un plano intelectual. Y a mí, más barriobajera, en un mundo más de piel con piel.
ResponderEliminarBesos!!!
No pienso en términos de merecerlo o no, ese concepto es muy de nuestra cultura judeo-cristiana. Y yo soy muchísimo más terrenal...
ResponderEliminarMi pregunta tiene que ver más con la naturaleza de la conexión que compartimos mi querido náufrago y yo. Y él tiene razón, somos los dos de tal forma que somos más nosotros mismos cuando estamos juntos.
Un beso, bella Marieta.
Marieta, esto es de lo que te hablo, y aunque lo recuerde y lo hablemos él y yo -por eso dice que sí lo sé-, después de todo aún me sigue asombrando.
ResponderEliminarOtro beso :)
Efectivamente, interpreté tu pregunta de esa manera porque es una cuestión que yo misma me planteo muchas veces. Si después de intentarlo años y años, he conseguido muy poco, creo que quizá no merezca más por mi propia naturaleza. Aunque espero que sólo sea esa ensoñación de la que hablan cuando alguien delira en estado de congelación. Veo que tu asombro es otro, de cómo dos personas se acoplan al unísono, como dos imanes, aunque los hayan tenido separados en puntos opuestos. O como diría tu náufrago, como uno de esos números que sólo es simple par o impar pero que con otro a su lado se eleva al cubo. Besos (suertuda)
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