jueves, 16 de diciembre de 2010

La Alhambra de Granada

Solo el agua que está en calma puede reflejar una imagen nítida de lo que tiene alrededor. Pero el agua que está en calma puede llegar a estancarse, dejar de ser transparente, morir y matar la vida que contiene, aunque consiga la ilusión de seguir creando su reflejo perfecto.

El agua de una corriente no refleja su entorno y, aunque siempre está fresca y viva, no descansa, no da tregua. Hay que luchar contra ella para mantenerse en el sitio, y eso es agotador.

Existe un lugar en el que un estanque crea un perfecto reflejo del patio que lo alberga, igual que un espejo pulido. Sin embargo, en sus extremos los hábiles constructores colocaron dos fuentes de mármol de tal forma que proporcionan agua fresca al estanque sin crear ni las más pequeñas ondas en su superficie.

Yo no aspiro a tanta perfección, pero sí me gustaría ser capaz de reflejar nuestro cielo despejado, nuestra casa color arena, nuestra luz en el jardín y nuestras conversaciones en días tranquilos y azules, en una fluída rutina a la que encontremos la forma de refrescar constantemente sin crear corrientes como esas que todavía me sacuden sin avisar.

Esas que alteran el reflejo hasta que ya no consigo verlo.

Malditas.

imagen

2 comentarios:

  1. Orquídea: llego desde un comentario que dejaste en otro blog amigo. Ya nomás leer la presentacion de tu blog me sacude, luego la foto de la Alhambra y lo que escribiste me maravillan. Me hago tu seguidora desde éste momento. ¡Que suerte que te seguí en ese comentario!!!
    Te invito a conocer mis blogs, será un placer verte por allá.
    Un abrazo desde Ciudad de Buenos Aires

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias por tus palabras, Susana. Por supuesto, iré a visitar tus blogs.

    Un beso transoceánico.

    ResponderEliminar

 
Creative Commons License
La vida de una Orquídea by lavidadeunaorquidea.blogspot.com is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.